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Cuando éramos pequeños, no voy a decir fechas, que cada cual saque conclusiones, nos alimentabamos de la cultura popular para tratar lesiones. Un ejemplo claro eran los esguinces. Estábamos en el parque jugando con el balón o en las canastas junto al polideportivo y, de repente alguien caía por un mal apoyo. «Es un esguince», gritaba alguno. Al poco tiempo comprobábamos si estábamos en lo cierto o no. Entonces, empezaban a salir una retahíla de remedios. Muchos de ellos inadecuados. Hoy vamos a solventarlo con este post.
Tras un esguince o torcedura de tobillo lo primero que se debe hacer es disminuir la inflamación. Para ello, debes memorizar el siguiente acrónimo: HICER (hielo, compresión, elevación y reposo). Te explicamos cómo hacerlo.
Aquí puedes usar una bolsa de plástico con hielo triturado o un paquete de verduras congeladas. Ahora bien, debes envolverlo en un trapo para evitar quemar la piel y colocarla sobre la zona inflamada. Si llevamos posteriormente un vendaje compresivo, el hielo se puede colocar de igual manera encima del mismo. Mantener el hielo durante periodos de treinta minutos, por lo menos unas dos o tres veces al día.
Recuerda, siempre con un vendaje elástico. Éste protege el ligamento lesionado y reduce la inflamación. Debe ser cómodo y no apretar demasiado o disminuiría el fluido de sangre a la zona. El vendaje debe iniciarse desde los dedos del pie hacia la pierna para drenar el edema.
Debes elevar la zona lesionada por encima del nivel del corazón para que los fluidos producidos por la hinchazón y las hemorragias puedan drenar bien y que estos fluidos no se acumulen en el pie.
Es necesario para el proceso de recuperación las primeras 24 horas, posteriormente y dependiendo de la gravedad de la lesión el reposo no impedirá la realización simultánea de ejercicios en descarga, como la natación.
Ten en cuenta que la aplicación de hielo ha de ser de manera inminente y continuar en los dos o tres días siguientes, junto con la colocación de un vendaje compresivo. Si hay dolor al caminar, debe evitarse el apoyo usando unas muletas para evitar aumentar la lesión. Dependiendo de la severidad de la lesión acudiremos a un centro hospitalario donde se realizará un estudio radiológico y la colocación de una férula o un yeso pueden ser necesarios para prevenir mayores daños y acelerar la cicatrización del ligamento.
Para volver a practicar deporte, generalmente se recomienda que, en primer lugar, la inflamación y el dolor hayan desaparecido. A continuación, que la persona pueda realizar saltos hacia delante o hacia los lados sobre el tobillo lesionado sin sentir dolor ni inestabilidad.
Bien, ahora que lo tienes claro, ya sabes. El hielo es tu amigo ante un esguince.
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