El cuidado de los pies en los más pequeños de la casa

cuidado pies pediátrico
El cuidado de los pies en los más pequeños de la casa es importantísimo. De hecho, el 10% de las visitas al podólogo tienen como protagonistas a niños y jóvenes. Pese a ese porcentaje, muchos problemas serios podrían prevenirse acudiendo a la consulta a tiempo. Hoy os queremos dar las claves para el cuidado de los pies pediátrico. Tomad nota.
PIE DE BEBE
  • Descalzos hasta que caminen El calzado no es necesario hasta que el niño sea capaz de caminar por sí solo. La clave está en la exquisita sensibilidad que tienen las plantas de los pies al nacer. Por ello, al calzarles, se reduce la información que reciben del medio que les rodea y su capacidad de interactuar con éste.
  • Primeros pasos. A la hora de elegir sus primeros zapatos, se recomienda que sean lo más flexibles posibles, y con algún tipo de sujeción. A partir de ahí, la clave está en adaptar el calzado a las actividades que vaya desarrollando el niño; con zapatos cada vez menos flexibles (sin llegar a ser rígidos) y con algún tipo de contrafuerte en el talón. Es importante no usar botas ni calzados más altos del tobillo. Cuando se piensa en el calzado infantil, los padres tienden a pensar en modelos que le den estabilidad; pero es a la inversa. El pie tendrá estabilidad por sí solo, el zapato no puede suplir las funciones del pie.

Signos de alerta

Lo normal es que los padres no detecten ningún signo de alerta hasta que el niño ya ha alcanzado una marcha más o menos estable, hacia los tres años porque antes de esa edad es difícil. Lo normal es que los padres vengan por comparación con otros niños. En la mayoría de estos casos no tiene porqué haber nada patológico, tranquiliza, simplemente que algunos niños tienen quizás un desarrollo motor más lento.

¿Cuándo hay que preocuparse?

Los dos motivos de consulta más habituales en las consultas de los podólogos infantiles son los pies planos y cuando anda de forma diferente, o bien de puntillas o con las puntas de los pies giradas hacia el interior. En cada caso debe ser un podólogo especializado en niños quien valore si existe un problema. Aunque los padres deben saber que los pies planos son normales hasta los seis u ocho años. En caso de que el diagnóstico sea, efectivamente, un pie plano, las plantillas no son la única solución. El podólogo puede valorar un tratamiento con fisioterapia o de rehabilitación postural. Lo importante es detectar cualquier problema a tiempo, para poder tratarlo cuanto antes.