Frío, agua en nuestros pies y posteriores constipados. En efecto, el otoño está llamándonos a la puerta y no podemos impedir su paso. Las fuertes lluvias y rachas de viento son grandes protagonistas durante estos meses de otoño y la aparición de los resfriados hacen que se conviertan en protagonistas indiscutibles.

Sin embargo, es importante saber que gracias al calzado podemos evitar en gran medida su aparición, únicamente si es el adecuado. ¿Aún sigues con sandalias en octubre? Abandona esta idea y súbete al tren del calzado de otoño. Si no sabes de qué tipo de zapatos se trata, en este artículo los destacamos.

Problemas más usuales en tus pies durante esta estación

Si eres una persona con tendencia al uso continuado de zapatos estrechos o tacones, probablemente sabrás del problema al que haremos referencia a continuación: la onicocriptosis, más conocida como uña encarnada. Algunas deportivas son causantes de ello, además de otros factores como la forma de nuestro dedo o nuestra uña. Por ello, lo mejor es evitar el uso frecuente de este tipo de calzado y apostar por otro más cómodo y adecuado. Dependiendo de la fase, se puede solucionar de una forma u otra. La más común es la quirúrgica, donde se realiza generalmente la matricectomia parcial, o sea, retirar una lámina lateral de la uña y lo correspondiente a su matriz para que no salga de nuevo y se vuelva a clavar. Otro aspecto importante que surge con calzados inadecuados es la fascitis plantar, principalmente por el uso de zapatos sin excesiva suela. Lo mejor es apostar por zapatos que no sean excesivamente planos sobre todo en la parte trasera del calzado.

Al hilo de lo que comentábamos anteriormente con los zapatos estrechos, pueden causar otras patologías como son los helomas. Se trata de lesiones hiperqueratósicas recibidas cuando un área del pie recibe una gran presión por el hueso y el calzado. Tras haberla detectado, lo mejor es realizar una quiropodia, en la que se eliminará la hiperqueratosis y callosidad.

Las plantillas se postulan como la solución más idónea

La gran ventaja que existe actualmente en relación con el verano, es el hecho de poder utilizar calzado con plantillas y mantener el pie sujeto adecuadamente sin que se realice una presión excesiva en él. Asimismo, en muchas ocasiones, su uso evita que los pies suden en exceso y por ende, evitan que el zapato y los pies huelan mal.