Zapatos para niños, 6 cosas que hay que tener en cuenta

zapatos para niños
Muchos padres nos preguntan qué zapatos para niños son los más adecuados. No se trata de un tema de marcas, ni mucho menos. Cada pie es diferente y, por lo tanto se adaptará mejor a un tipo de calzado. Además, el ánimo de este post no es recomendar marcas sino dar pistas sobre las cosas que hay que tener en cuenta para elegir los mejores zapatos para niños. Ya sabes de la importancia de los pies para el futuro crecimiento de los pequeños. Desde el blog te damos 6 pistas.

Cosas que hay que tener en cuenta en los zapatos para niños

Elegir la talla adecuada. Lo mejor es medir el pie y el interior del zapato. La mayoría de zapatos presentan una palmilla interior que se puede sacar en la que está dibujada la parte posterior del pie y una marca del lugar donde deben terminar los dedos. Esta es la forma más fácil de valorarlo. El truco del dedito entre el talón y el pie no es suficientemente riguroso porque dentro del zapato el niño puede estar encogiendo los dedos y no podemos observarlo. Proteger los huesos laterales del tobillo. Esta protección debe de ser lo suficientemente flexible para permitir el movimiento completo de la articulación del tobillo sin limitar la movilidad del pie y su desarrollo natural. Flexibilidad en la zona de dedos. El zapato tiene que proteger al pie, no comprimirlo. Debe ser suficientemente ancho por delante para permitir a los dedos abrirse y moverse con libertad. La protección de puntera solo se aconseja en los preandantes, por el gateo. Los zapatos para niños tienen que ser de material natural y facilitar la transpiración. Es importante palpar el calzado por dentro, sobre todo en el talón, para asegurar que no tiene ninguna costura que pueda dañar el pie. Cuidado con la suela del zapato. La suela no debe ser demasiado fina sino tener cierto grosor y ser antideslizante. Tampoco debe ser ni muy rígida ni demasiado flexible. Debe ser una suela de goma con la misma flexibilidad natural del pie. La horma debe ser recta, de modo que cuando miremos los zapatos, la forma de la suela no debe hacer curva hacia dentro del pie porque podría alterar la marcha y crear deformidades. Es la forma de favorecer el equilibrio y salvaguardar las piernas y la espalda. No deben llevar tacón porque altera la longitud normal de la musculatura posterior, altera el centro de gravedad y la postura: los zapatos de los niños deben ser totalmente planos. Por último, es importante que tengan algún medio de sujeción, como cordones o velcro. El objetivo de esto es que puedan sujetar bien el pie y evitar movimientos excesivos adelante y atrás o lateralizados. Las chanclas, zuecos, mocasines o bailarinas no son recomendables porque la percepción de que el zapato se sale a cada paso obliga a los dedos a hacer un trabajo extra de ‘agarre’. y que el pie quede correctamente sujeto